La investigación reveló que esta enfermedad sigue siendo la segunda causa de muerte en el país, después de las cardiovasculares.
En 2017 murieron más de 26.510 personas en Venezuela a consecuencia del cáncer, lo que representa un aumento de 15% con respecto al año 2013, según el nuevo estudio sobre incidencia y mortalidad realizado por la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), y presentado este 21 de junio.
De acuerdo con esta investigación, realizada con el apoyo del Centro de Estadística y Matemática Aplicada de la Universidad Simón Bolívar (CEsMA), Laboratorios Nolver y la Fundación Banco Mercantil, el cáncer sigue siendo la segunda causa de muerte en el país, después de las enfermedades cardiovasculares, según los datos registrados en el Anuario de Mortalidad de 2017.
Desireé Villalta, miembro del CEsMA y directora del equipo que elaboró el estudio, informó que para ese año se estimaban 3 muertes por cada 100 mil habitantes. “Al revisar los datos con tasas estandarizadas, se encontró un aumento de 21.75 en el cáncer de próstata (22 muertes por cada 100 mil habitantes), 17.06 para el de pulmón y 14.87 en el de mama”.
Con respecto a la incidencia señaló que se esperaba un promedio de 52.855 nuevos casos de cáncer, es decir, una disminución de 7%, pero también aumentó. “El cáncer de próstata subió a 49.22 (50 nuevos casos por cada 100 mil habitantes), el de mama a 31.84 y el de cuello uterino a 24.04”.
Las tasas estandarizadas toman en cuenta factores socioeconómicos y grupos de edad, a diferencia de las crudas, y permiten volver a comparar las cifras del país con las de otras naciones de América Latina. El grupo etario con mayor número de nuevos casos se ubica entre 55 y 64 años, mientras la mortalidad es superior entre los mayores de 75 años.
Sucre, Distrito Capital, Monagas, Miranda, Bolívar y Vargas son las entidades que registran más incidencia; mientras que las de tienen mayor índice de mortalidad, son: Sucre, Monagas, Bolívar. Zulia, Falcón y Distrito Capital.
Impacto en la salud pública
Este es el tercer estudio de este tipo elaborado por la SAV. El doctor Juan Saavedra, gerente general de la institución, informó que “el cáncer y sus problemas asociados tienen un impacto significativo en la salud pública de Venezuela, el cual continuará creciendo conforme la población envejece y suben algunos índices de incidencia de la enfermedad”.
Expresó que “los años de vida perdidos debido a muertes prematuras, el efecto económico debido al menoscabo de la productividad y los costos asociados con el tratamiento y consecuencias duraderas del cáncer en la calidad de vida los supervivientes cobran un tributo a nivel de la población”.
Por tal motivo, destacó que el registro de información de personas diagnosticadas puede usarse para identificar tendencias o problemas importantes que afectan a los pacientes y supervivientes de cáncer.
“Aunque esta patología afecta a pacientes individuales y a sus familias en forma diferente, el estudio de su impacto en poblaciones puede proveer información importante que tenga influencia en las prácticas, políticas y programas que afectan directamente la salud de miles de personas en Venezuela cada año”, aseguró.
Por su parte, César Miranda, gerente de Educación y Prevención, informó que la institución trabajó desde hace tres años en el desarrollo y elaboración de esta investigación con datos pronosticados, para tener una aproximación bastante cercana de la incidencia y mortalidad de esta patología, ante la ausencia de cifras oficiales desde 2012.
Agregó que los resultados permitirán no sólo entender la magnitud de la enfermedad, sino también contribuirán con la toma de decisiones y acciones dirigidas a prevenir el cáncer y reducir el número de muertes por esa causa.
La Sociedad Anticancerosa de Venezuela es una institución sin fines de lucro que promueve la investigación, la educación y la prevención del cáncer en Venezuela, a través de distintos programas y actividades educativas, de pesquisa y diagnóstico precoz, para crear conciencia colectiva de la dimensión del problema y contribuir con la reducción de la incidencia, mortalidad y morbilidad.