Para la Sociedad Anticancerosa de Venezuela es clave minimizar los factores de riesgo y cumplir con un chequeo preventivo que permita detectarlo tempranamente
Percibir síntomas como fiebre, fatiga constante, sudoración nocturna, dificultad para respirar, inflamación en los ganglios linfáticos y pérdida de peso injustificable, podría ser una señal de alarma para consultar con el médico y descartar la posibilidad de hallarnos frente a un caso de linfoma.
Al menos así lo considera la médica especialista en biología molecular, Antonietta Porco, quien además enfatiza en la necesidad de vigilar y contrarrestar los factores de riesgo que lo predisponen.
“Estos factores que pueden aumentar la probabilidad de padecer este tipo de cáncer serían: malnutrición, sistema inmunológico debilitado, infecciones ocasionadas por algunos virus, así como la exposición a agentes químicos carcinogénicos como el benceno, capaz de ocasionar efectos nocivos en la médula ósea y puede causar una disminución en el número de hematíes”, explicó Porco.
“Lo realmente importante – acotó la especialista- es atacar la enfermedad en su etapa temprana, para tratarla sin mayores traumas y de manera efectiva. Mantener una alimentación balanceada, disminuir el riesgo de contraer ciertas infecciones virales, evitar el contacto con químicos cancerígenos y visitar regularmente al doctor, son llamados de acción para reducir el riesgo de presentar este tipo de cáncer e impedir el deterioro de la salud”.
Un cáncer poco común
El linfoma es un tipo de cáncer de baja incidencia que se inicia en las células linfoides. Este tipo de células se encuentra en la sangre y el tejido linfático: ganglios linfáticos, bazo o médula ósea.
Durante el desarrollo de esta enfermedad, se produce una disminución en el funcionamiento del sistema inmune, que es el encargado de la defensa del organismo.
Según la Lymphoma Coalition (red mundial de organizaciones sin ánimo de lucro de pacientes con linfoma en todo el mundo), existen más de 60 tipos de linfoma, dependiendo del tipo de células inmunes afectadas, clasificándose en grandes grupos: Linfoma Hodgkin (LH), Linfoma No Hodgkin (LNH), de células B y de células T. El Linfoma No Hodgkin suele ser el más frecuente en la población adulta.
Los linfomas no Hodgkin comienzan cuando un tipo de glóbulos blancos, llamado células T o células B, se hacen anormales. Las células se dividen una y otra vez aumentando el número de células anormales. Las células anormales pueden diseminarse a casi todas las demás partes del cuerpo.
Cada uno de estos tipos de linfoma se divide a su vez en varios subtipos que son enfermedades diferentes en su sintomatología, pronóstico y tratamiento.
Día Mundial del Linfoma para concientizar a la población
El día 15 de septiembre se celebra el Día Mundial del Linfoma por iniciativa de la Lymphoma Coalition y tiene como objetivo dar a conocer a la población esta enfermedad y poder reconocer los síntomas a tiempo permitiendo un diagnóstico precoz.
Además se busca despertar el interés de diversas autoridades sanitarias públicas y privadas respecto a la necesidad de apoyar la investigación científica del tema e implementar políticas públicas destinadas a brindar atención integral de los pacientes y sus familias.
LLR/ 15092020