En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil, pensado para crear consciencia acerca del padecimiento de esta enfermedad en niños y adolescentes desde los 0 hasta los 19 años, queremos honrar a quienes luchan y los supervivientes a través de una entrevista realizada a la señorita María Lara.
María es una joven venezolana llena de metas, que nos hablará acerca de la resiliencia en los niños y adolescentes.
Conociendo a María Joségh Lara Díaz
Tengo 21 años y nací en Valle de la Pascua, estado Guárico, en el seno de una familia con legado de principios y valores inigualables. Me atribuyo características como la sensibilidad, la bondad, la determinación, el compromiso y la resiliencia; además, soy soñadora por naturaleza y fiel creyente de que todo pasa por algo y que de la mano de Dios todo es posible.
¿Cómo enfrentaste tu diagnóstico?
Fui diagnosticada a principios del año 2021 con un osteosarcoma convencional de alto grado en el tercio distal de mi pierna derecha, luego de tres diagnósticos y pruebas especiales.
Fueron días conmovedores, ver a tantos niños y adolescentes en circunstancias similares, despertó en mí un sentimiento indescriptible.
Verlos tan frágiles y, al mismo tiempo, tan fuertes me llenó de energía para forjar el camino.
Hubo momentos en donde el miedo a lo desconocido invadía mi mente, sin embargo, decidí aferrarme a la vida y continuarla, con el apoyo de mi familia de sangre y de la vida; me enfoque en el cumplimiento de mis sueños y metas personales, valiéndome del poder de la visualización y confianza en Dios, para no pensar en situaciones que no aportaban a mi recuperación; elegí vivir una vida normal con un diagnóstico difícil.
Si bien el cáncer y la posterior desarticulación coxofemoral a temprana edad fue una noticia desgarradora que significó un duelo para mí y para mis seres queridos, ha sido también una enfermedad que nos ha enseñado a valorar el milagro de la vida y entender y aceptar, desde el alma y corazón, la voluntad de Dios.
Aunado a eso, me ha regalado momentos y personas que necesitaba en mi camino para seguir construyendo mi propósito.
No niego que, en ocasiones, se convierte en un proceso retador, pero a su vez gratificante; porque me demuestra lo fuerte y capaz que fui, que soy y que puedo ser, por lo que, me declaro barro en manos del alfarero.
No niego que, en ocasiones, se convierte en un proceso retador, pero a su vez gratificante; porque me demuestra lo fuerte y capaz que fui, que soy y que puedo ser, por lo que, me declaro barro en manos del alfarero.
A ambos grupos, les daría tres consejos:
En primer lugar, que nunca piensen en el cáncer como algo injusto, al contrario, que todos los días se preparen para enfrentarlo y superarlo.
Seguidamente, los invitaría a vivir una aventura por día y a tener la convicción de que la fe y la voluntad pueden superar cualquier diagnóstico.
Por último, les diría que el cáncer no es igual a muerte, es sinónimo de lucha, fuerza, valentía y resiliencia.
En definitiva, fe y gratitud en la adversidad, juntos somos y sumamos más; juntos somos más fuertes.
Algún mensaje que quieras dar para cerrar el artículo.
El cáncer se llevó una parte de mí, pero jamás tocará mi alma y mi mente; porque tengo la convicción de que Dios tiene un plan que lleva mi nombre, que su amor me sostiene y que su promesa sigue en pie.
Estamos contigo, la lucha contra el cáncer es de todos. Recuerda que la mejor forma de evitarlo, es prevenirlo a tiempo a través de un diagnóstico temprano y bajo el tratamiento adecuado.
Si deseas más información, recuerda que puedes encontrarnos en: @sociedadanticancerosavzla, Sociedad Anticancerosa de Venezuela y @Santicancerosa.