La actividad tuvo como objetivo determinar si los pequeños se están alimentando bien, y así evitar la aparición de enfermedades crónicas como el cáncer.
La Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), en conjunto con la Fundación Bengoa, realizó recientemente un taller de antropometría en el Centro Comunal Catia, como parte de la labor social que viene realizando a través del programa “La Lonchera de mi hijo”, para promover la buena alimentación en los niños.
El objetivo principal de esa actividad fue conocer las técnicas de medición adecuadas en los pequeños, en cuanto a peso y altura, para determinar si se están alimentando adecuadamente, y así evitar la aparición de enfermedades crónicas como el cáncer, informó el gerente de proyecto de Fundación Bengoa, Marcos Velásquez.
Al taller asistieron 8 escuelas, representadas por sus directivos, quienes se comprometieron a poner en práctica los conocimientos aprendidos en sus respectivos planteles, con miras a beneficiar a aproximadamente 1200 niños, en edades comprendidas entre 3 y 5 años.
Los encargados de impartir la información fueron el profesor Edgar Vázquez y la licenciada Katherine Jardim, quienes tocaron temas referentes a la medición detallada, evaluación de resultados métricos, y el correcto uso de peso, pabilo, y balanza.
Un trabajo en equipo
La Sociedad Anticancerosa de Venezuela destacó todos los beneficios de una buena alimentación en los infantes; mientras que la Fundación Bengoa se encargó de transmitir todo lo relacionado a los procedimientos antropométricos, de medición y peso.
Cesar Miranda, gerente de Educación y Prevención de la SAV, expresó que “fue una alianza perfecta, porque cada uno dio buenos conocimientos de su área”. Además, manifestó sentirse muy satisfecho con el resultado del taller, ya que se contó con el apoyo de la comunidad y “la información que impartió Bengoa fue de primer nivel”.
Por su parte, Leicy Angulo, directora del Centro Comunal Catia, expresó su agradecimiento por la iniciativa. “El aporte fue muy dinámico y enriquecedor, porque nosotros normalmente pesábamos y medíamos a los niños, pero gracias al taller notamos algunos aspectos a mejorar”, añadió.
Al finalizar, ambas organizaciones otorgaron un certificado digital que avala los conocimientos aprendidos, para que los educadores asistentes puedan duplicar esta información en sus institutos, de manera profesional, labor que esperan expandir a otros rincones de la capital.